La sombra del fútbol y el complejo español

Hola a todos

Ayer, día 3 de septiembre, la selección española de baloncesto nos dió la, posiblemente, mayor alegría deportiva en años. Ganaron el mundial de uno de los deportes más importantes (por seguimiento popular) del mundo. Les deberíamos dar las gracias todos por su hazaña, que no era ni fácil ni algo a lo que estemos acostumbrados. Bravo.

Pero es decepcionante ver que sí, la gente se ha alegrado muchísimo por ellos y por el orgullo de que su selección haya logrado lo que es un hito para nuestro deporte. Pero en gran medida todo esto no ha hecho más que provocar un aluvión de comparaciones y críticas hacia la selección de fútbol. Hay una pregunta que parece unánime hasta en la prensa: ¿Para cuándo conseguirá lo mismo la selección de fútbol?. Y a todo esto ya le siguen críticas y más críticas como que no sudan la camiseta, que solo quieren ganar millones y millones sin importarles nada más, que el abuelo (seleccionador) es un inútil, y que España jamás pasará de unos cuartos en un mundial de fútbol.

Y puede que sea cierto, pero parece que olvidáramos una cosa: España ha ganado el mundial de baloncesto. No es tiempo de fútbol. El fútbol nada tiene que ver aquí. España ha llegado a lo más alto en este mundial de basket y, en vez de avergonzarnos de nuestra selección de fútbol, solo deberíamos alegrarnos por lo que se ha conseguido en este otro deporte. Parece como si lo que hubiéramos ganado solo fuese un 'titulillo de segunda'. Como cuando la selección española sub 21 de fútbol se pone a ganar títulos y apuntamos directamente a los mayores con ojos de '¿y vosotros qué?'.

¿Nos gusta flagelarnos con este complejo?. ¿Por qué nos fijamos en una especie de falsa parte negativa ante algo tan positivo como el hecho de tener la, posiblemente, mejor selección de basket de nuestra historia?.

Creo que si a la gente les diéramos la oportunidad de hacer un intercambio de todo el panorama deportivo con, digamos, Brasil, muchos lo cogerían con los ojos cerrados por tener a la llamada 'canarinha'. Y esto es un tremendo error. El fútbol a nivel internacional -de selecciones- está claro que nunca nos ha funcionado todo lo bien que debiera. Pero tenemos el basket, donde ahora mismo somos la envidia del mundo entero. Tenemos a Nadal, un chaval al que muy mal le tienen que ir las cosas para que de aquí a un par de años no esté machacando al mismísimo Federer, primero de tenis del mundial, en hierba, asfalto o como si los pones en el barro. Tenemos a Alonso, capaz de aguantarle a Schumacher las vueltas que hagan falta y dejarlo atrás. Y así, un larguísimo etcétera.

Siempre se debe intentar ir a más, pero no es justo que el fútbol nos ponga el 'pero' a algo que parece que funciona: el deporte español.

Venga, ahora secaos las lágrimas.